Juicio final. Escalante, Tadeo. 1790-1840. Iglesia de San Juan Bautista de Huaro |
El origen de
la pintura mural en el área cusqueña se remonta al periodo prehispánico, en las
etapas preinca e inca. Los incas se acostumbraron a decorar los muros con
grandes y fabulosos murales donde se dedicaron a representar hechos religiosos
e históricos. Pero tras la llegada de los españoles esta actividad fue
interrumpida por su relación con las prácticas religiosas ancestrales.
La pintura
mural no fue considerada como algo simple o algo más, está muy ligada a
la edificación a la que pertenece, pasa a ser un componente de este. La
edificación va en función con el mural. A diferencia de la pintura en
caballetes este no tiene marco o limite.
Asimismo, es Tadeo Escalante uno de los más destacados muralistas, nacido en siglo XVIII tuvo una actividad en Cusco desde 1802 y 1840.
Al parecer, pertenecía a una familia notable del pueblo de Acomayo. Su carrera artística se inicia hacia 1802 en Huaro, decorando por completo el interior de la iglesia lugareña. Sus muros despliegan un vasto programa iconográfico que incluye series de doctores de la Iglesia, papas, santos, etc. Pero lo más interesante se encuentra en la zona del sotacoro, donde Escalante representó las Postrimerías del hombre, un conjunto de composiciones alegóricas sobre La muerte en casa del rico y La muerte en casa del pobre, además del gran Juicio Final, dividido en Gloria, Purgatorio e Infierno.
Cubriendo el techo, se ven hileras de animales emblemáticos representados con manifiesta ingenuidad, que simbolizan virtudes o elementos del universo. Con seguridad son de mano de Escalante los murales de los molinos de Acomayo y los de la iglesia parroquial de Belén.
Los temas desarrollados en Acomayo —la Creación, la Pobreza y los
Incas— revelan ya una mentalidad más distanciada de las tradiciones
religiosas. Todas estas obras podrían fecharse ya alrededor de 1830, con lo que
Escalante traza una fecunda línea de continuidad entre la pintura colonial y
los maestros populares andinos de la primera república.
El Infierno, Tadeo Escalante. Iglesia de San Juan Bautista de Huaro. |
San Antonio Abad, Tadeo Escalante. Convento de Santa Catalina, Sala Capitular |
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