La pintura flamenca es una pintura realista pensada para exponerse en las casas de los compradores, encargándose sobre todo retratos.
Es por ello un arte dirigido a
la burguesía, la clase pudiente y con capacidad de pagar por las obras de arte
y emplearlas como símbolo de la riqueza y estatus social de quiénes las
adquieren.
Se busca plasmar la belleza
material de las cosas.
Para ello se inspiran en el
paisaje y siempre aparece alguna referencia a la Naturaleza, apareciendo
incluso en los interiores a través de puertas o ventanas.
El gusto por el Naturalismo
lleva a los pintores flamencos a plasmar todos los detalles de los objetos que
representan. Son muy minuciosos y detallistas.
El óleo fue una herramienta
ideal para el estudio de los detalles de los ropajes, plasmando la riqueza de
los tejidos y los brocados, además de los pliegues de estos.
La composición es armoniosa, distribuyéndose las figuras y los objetos de manera equilibrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario