Francisco de Zurbarán nació en 1598
y fue uno de los grandes exponentes del barroco español, logró con la luz
destacar el misticismo de sus personajes, dotándolos de una enorme fuerza
visual y una fuerte carga expresiva
En 1626, La orden de los
Dominicos solicitó al pintor 21 lienzos para el convento de San Pablo el Real
de Sevilla, el principal motivo por el cual Zurbarán ofreció trabajar más
barato a los dominicos fue para poder acceder a ese hermético mercado.
En 1627, pintó el Cristo
en la cruz, la obra fue tan admirada por sus contemporáneos, que el
Consejo Municipal de Sevilla propuso oficialmente a Zurbarán que fijara su
residencia en la capital hispalense.
Entre 1628 y 1629 llevó a cabo un ciclo de pinturas para el colegio franciscano de San Buenaventura.
Firmó uno de los contratos más
cruciales para nuestro conocimiento: la serie conventual del monasterio de
Guadalupe en 1638
En 1650 pintó la Anunciación para
el conde de Peñaranda; muestra aquí un nuevo estilo, en el que el uso del
difuminado intenta atenuar la rigidez de las formas
Zurbarán sentía a título personal una gran predilección por los San Franciscos, meditando, rezando, con calaveras o muerto. Este gusto lo comparte con El Greco y tal vez da una idea del sentimiento vital y espiritual de este pintor que abarcó gran parte del siglo XVII.
- Entre sus obras más importantes se encuentran:
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